Reino Unido impone medidas más estrictas de inmigración

La secretaria de interior del Reino Unido expresó que tiene la intención de reforzar las condiciones para que las empresas puedan obtener una visa para un trabajador extranjero.

El Reino Unido hará más difícil el proceso para emplear trabajadores del extranjero, al igual que para ofrecerles servicios bancarios o arrendarles propiedades, en un esfuerzo por reducir dramáticamente el nivel de inmigración.

En la conferencia del partido conservador gobernante en Birmingham, en la región central de Inglaterra, la secretaria de interior Amber Rudd reafirmó el compromiso del gobierno para reducir la migración neta a niveles de "decenas de miles", conforme el Reino Unido se dirige a un futuro fuera de la Unión Europea. La migración alcanzó un nivel de 327.000 en el año hasta marzo, casi un récord.

Para lograr dicho objetivo, los arrendadores que deliberadamente alquilen propiedades a inmigrantes ilegales enfrentarán penas de cárcel, dijo Rudd el martes. Los bancos también tendrán que revisar que sus clientes estén facultados para estar en el país. La secretaria de interior expresó que tiene la intención de reforzar las condiciones para que las empresas puedan obtener una visa para un trabajador extranjero.

"La prueba debería asegurar que las personas que vengan aquí estén llenando las brechas en el mercado laboral, y no tomando los empleos que podrían ser desempeñados por británicos", dijo Rudd. "Pero esto se ha vuelto un ejercicio de marcar casillas, permitiendo que algunas empresas se salgan con la suya al no capacitar personal local. Por ende, quiero que revisemos si nuestro sistema de inmigración proporciona los incentivos adecuados para que los negocios inviertan en trabajadores británicos".

 

CURSOS DE BAJA CALIDAD

 

En una jugada adicional, Rudd expresó que está examinando la posibilidad de reforzar las reglas para que los estudiantes extranjeros puedan asistir a cursos universitarios de "más baja calidad". "El sistema actual permite que todos los estudiantes, independientemente de sus talentos y de la calidad de la universidad, tengan prospectos favorables de empleo cuando estos terminen sus estudios", dijo. "Necesitamos mirar si esta oferta generosa para todas las universidades en realidad está agregando valor a nuestra economía".

Incluso en medio de estas nuevas medidas, las reducciones en el número de migrantes "no sucederán de la noche a la mañana", dijo la secretaria de interior.

"El Reino Unido tiene un nivel récord de empleo, de tal manera que la inmigración no está afectando los trabajos. Los miembros del IoD que emplean migrantes también capacitan a trabajadores británicos".

'Pasos bienvenidos. En cambio, la entidad Migration Watch U.K., la cual hace campaña para reducir el número de migrantes, expresó que Rudd había dado "muy bienvenidos pasos hacia adelante".

 

 

May pide perdón a 12 países caribeños por el trato a sus ciudadanos que emigraron a Reino Unido

La mano dura de Theresa May con la inmigración ha acabado golpeándola a ella misma. La primera ministra ha tenido que pedir perdón este martes a 12 líderes caribeños, reunidos en la cumbre de la Commonwealth en Londres, por su trato a los ciudadanos de sus países llegados a Reino Unido después de la Segunda Guerra Mundial. Las estrictas normas antiinmigración, que introdujo siendo ministra del Interior, han colocado a muchos de ellos en situaciones desesperadas. El escándalo alimenta el temor sobre el destino de los ciudadanos europeos tras el Brexit.

“Un día vergonzoso para nuestra historia. Qué vergüenza para la ministra del Interior. Qué vergüenza para la primera ministra. Deben rodar cabezas. Cuando mis padres llegaron aquí lo hicieron como ciudadanos británicos. Si duermes con perros cogerás pulgas, y eso es lo que ha pasado con la retórica de la extrema derecha”. La intervención el lunes en el Parlamento del laborista David Lammy, hijo de inmigrantes caribeños, que denunció que un joven del mismo origen se enfrentaba a la deportación, detonó el escándalo. La ministra del Interior pidió perdón en la Cámara porque su ministerio “se ha preocupado demasiado por la estrategia y ha perdido de vista a los individuos”.

La disculpa contenía un ataque implícito a Theresa May, su predecesora al frente del Home Office. Ella puso en marcha en 2012 las controvertidas políticas de “ambiente hostil”. La idea era forzar a empresarios, caseros y funcionarios públicos a comprobar el estatus migratorio de los ciudadanos, para persuadir a los inmigrantes en situación irregular de abandonar el país. La normativa ha colocado en situaciones extremas a muchas de las personas que llegaron de países caribeños para paliar la escasez de mano de obra tras la Segunda Guerra Mundial.

 

 

Se los conoce como la generación Windrush, por el nombre del primer barco que llevó a Reino Unido trabajadores de Jamaica, Trinidad y Tobago en 1948. Son cerca de 50.000 personas, a las que la ley de inmigración de 1971 les garantizó el derecho indefinido a permanecer en el país, pero que han vivido en Reino Unido durante décadas sin regularizar su residencia. Las nuevas normas contra la inmigración ilegal han privado a muchos de asistencia sanitaria, pensiones o empleo. Incluso, como sugirió una secretaria de Estado, algunos podrían haber sido deportados por error.

Para acabar de enfangar la situación, según publica The Guardian, el Ministerio del Interior destruyó miles de documentos que acreditaban la llegada de dichas personas, durante un traslado de oficinas en 2010. Dichos registros, advirtieron en su día trabajadores del ministerio, resultaban vitales para acreditar la llegada de inmigrantes antillanos con dificultades para demostrar su residencia. Su destrucción complicará aún más la labor de regularización a la que se ha comprometido tras el escándalo la ministra del Interior, Amber Rudd.

El escándalo ha ensombrecido la cumbre de jefes de Gobierno de la Commonwealth que se celebra esta semana en Londres, y que el Gobierno planteó como una oportunidad de fortalecer los vínculos comerciales tras el Brexit. En un primer momento, May eludió reunirse con 12 líderes caribeños para debatir la situación. Pero al final ha accedido. “Quiero pedirles disculpas, lamentamos genuinamente cualquier ansiedad que haya podido causarse”, les ha dicho.

La onda expansiva ha llegado a Bruselas, donde las políticas migratorias del Gobierno británico llevan tiempo siendo motivo de preocupación. El trato a la generación de Windrush ha elevado los temores sobre los derechos de los ciudadanos europeos residentes en suelo británico. “Esto será profundamente preocupante para millones de ciudadanos europeos en Reino Unido que ahora temerán un tratamiento similar después del Brexit”, ha dicho Guy Verhofstadt, coordinador del Brexit en el Parlamento Europeo.

 

EN: https://elpais.com/internacional/2018/04/17/actualidad/1523984851_336988.html?rel=mas

 

 

Gran Bretaña recibirá niños migrantes desde Francia

Francia estaba presionando a Londres para que aceptara a los niños del campo en Calais. La contraparte de Rudd, Bernard Cazeneuve, dijo que Gran Bretaña tenía el "deber moral" de aceptar a "varios cientos de menores aislados con parientes en Gran Bretaña". Miles de migrantes que huyen de la guerra y las penurias en Siria, Irak, Afganistán y otros países han arribado al puerto de Calais, en el Canal de la Mancha, con la esperanza de llegar a Gran Bretaña. Francia tiene planes de cerrar el campamento de viviendas precarias, que se ha convertido en un punto nodal de la crisis de los migrantes en Europa. Obras de bien público y líderes religiosos han exhortado al gobierno británico a que acepte a cientos de niños antes de que se cierre el campamento. Rudd dijo a la cámara que esperaba una lista de menores de las autoridades francesas. "Creemos que los franceses nos la entregarán esta semana, y que nadie dude que actuaremos con toda premura. Será cuestión días, a lo sumo una semana, para cumplir ese compromiso cuando nos llegue".

(El campamento de Calais fue desmantelado entre 2016 y 2017)

La secretaria del Interior, Amber Rudd, dijo en la Cámara de los Comunes que el gobierno

actuará con premura para admitir a los niños que tienen parientes en Gran Bretaña