La cadena de errores de Bélgica en la lucha contra el terrorismo

Las fallidas detenciones de Salah Abdeslam, la nula coordinación con fuerzas internacionales o la falta de reacción, puntos negros de los cuerpos de seguridad.

Luis Federico Florio, Barcelona. 28/03/2016 23:45

BRUSELAS, MARZO 2016

Los atentados de Bruselas del 22 de marzo han puesto a la policía belga en el centro de las críticas. La cadena de fallos que permitieron a los terroristas moverse con libertad por la capital europea o ser capaces de burlar controles de seguridad y escapar de una posible detención han provocado un debate intenso sobre la capacidad y la estrategia de las autoridades belgas para luchar contra el terrorismo.

Y es que día tras día se conocen errores previos a los atentados de Bruselas y también posteriores, como en las detenciones que se han dado con motivo del mismo.

 


Abdeslam, de fallo en fallo

El caso donde más despropósitos se han dado. El que fuera el terrorista más buscado de Europa ha sido difícil de atrapar por una serie de errores en cadena. El supuesto cerebro del aparato logístico del 13-N en París ha hecho saltar todas las alarmas sobre los procedimientos de la policía belga.

 

Después de los atentados de París, Salah Abdeslam, que es hermano de uno de los yihadistas que se suicidaron en dichos ataques, fue registrado por la policía francesa en Cambrai, en un control de carretera cercano a la frontera belga, sobre las 9.00 horas del sábado, pocas horas después de los ataques. No se lo detuvo.

Un día después, las autoridades de Bélgica lo volvieron a localizar, cuando ya habían pasado 48 horas desde los ataques en la capital francesa. Fue la noche del 15 al 16 de noviembre, el domingo posterior. El terrorista más buscado de Europa estaba en su barrio de Bruselas, Molenbeek. No fue detenido porque la legislación belga impide operativos y redadas de la policía entre las nueve de la noche y las cinco de la madrugada salvo delito flagrante o incendio. El terrorismo no se contempla en la lista de motivos en los que está justificado intervenir.

 

Finalmente, Abdeslam fue detenido el pasado 19 de marzo, días antes de los atentados de Bruselas. Una vez detenido no acabaron los errores. Se hicieron públicos sus interrogatorios, en una violación de la privacidad y confidencialidad. Y no solo eso: al producirse los atentados de Bruselas apenas había sido interrogado un par de horas pese a llevar ya días detenido.

Después de los atentados, se negó a hablar y ha pedido su extradición a Francia.


Turquía advirtió sobre Ibrahim El Bakraoui

Abdeslam aparte, los errores con Ibrahim El Bakraoui, que se inmoló en el aeropuerto de Bruselas, también son graves. El presidente turco, Recep Tayyipp Erdogan, asegura que las autoridades belgas desoyeron advertencias de su país sobre él.

El Bakraoui había sido detenido por Turquía y expulsado a Holanda el pasado 14 de julio de 2015. Las autoridades turcas informaron a Bélgica de que era un yihadista, una información que se acabó traspapelando u olvidando según el cruce de declaraciones entre autoridades belgas y holandesas. Lo cierto es que se conocía su historial, pero no se lo detuvo.


Khalid El Bakraoui debía estar en prisión

Khalid El Bakraoui, hermano de Ibrahim, se suicidó en el metro de Bruselas. Tenía una orden de detención a nivel continental dictada desde el pasado 11 de diciembre, lanzada por Interpol por su relación directa con los atentados de París. De hecho, en febrero se le debió cancelar la libertad condicional, pero no pudo ser localizado por la policía y se mantenía prófugo.

 

Bajo los términos de la libertad condicional que tenía, no podía frecuentar amistades de su antiguo entorno, cuando cometió diversos delitos comunes. Aun así, fue reportado con un cómplice en una ocasión. El juez no le revocó la provisional al estar buscando trabajo y por seguir reuniéndose con su asistente judicial, el resto de requisitos que se le exigían para mantener ese régimen.

 

Pero la situación dio un giro a partir del 22 de octubre del pasado año, cuando comenzó a faltar a su cita con sus vigilantes, a solo tres semanas de los atentados de París. Con identidad falsa, habría alquilado los pisos en los que se coordinaron los ataques de París. Medios belgas citan a fuentes policiales diciendo que también usó documentación falsa para alquilar el piso en Forest, en Bruselas, en el que la policía mató a un sospechoso durante un redada en busca de Salah Abdeslam.

 

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