Las principales instituciones financieras internacionales, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, junto con el GAFI, son las encargadas de establecer métodos para evaluar y controlar la capacidad de los países para combatir el blanqueo de dinero y la financiación del terrorismo.
Desde 2001, el GAFI ha adoptado Recomendaciones especiales contra el financiamiento del terrorismo, entre las cuales se incluyen controles para impedir el uso indebido de organizaciones benéficas para financiar el terrorismo y los movimientos transfronterizos de efectivo.
Se propone una opción estratégica fundamental: es infinitamente preferible prohibir y frustrar la planificación y preparación de actos terroristas antes de que éstos se cobren víctimas civiles e inocentes a hacer autopsias e investigaciones de la escena del crimen una vez ocurrida la tragedia.
En el año 2001, el Consejo de Seguridad aprobó la Resolución 1373, en la que pide a los Estados Miembros que: tipifiquen como delito la provisión o recaudación intencionales, por cualesquiera medios, directa o indirectamente, de fondos por sus nacionales o en sus territorios con intención de que dichos fondos se utilicen, o con conocimiento de que dichos fondos se utilizarán, para perpetrar actos de terrorismo.
En: http://noticias.lainformacion.com/disturbios-conflictos-y-guerra/terrorismo/asi-se-financian-los-siete-grupos-terroristas-mas-ricos-del-mundo_RqLldBShQ7MvcOB5BwC5M3/
El grupo yihadista Estado Islámico, que ocupa buena parte de Siria e Irak, obtiene sus ingresos de la venta de armas, el robo, el saqueo de los lugares que ocupa, el cobro de rescates y el
contrabando de petróleo.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia obtienen el 78% de sus recursos del narcotráfico. Ganan más 1.000 millones de dólares al año solo por venta de droga. Entre otras fuentes de financiación están los secuestros y el robo de ganado.
El IRA es una de las mayores organizaciones de Europa en lavado de dinero, con un gran número de empresas en todo el Reino Unido que se utilizan para financiar sus actividades. Por ello, obtienen beneficios superiores a los 450 millones al año.
Los talibanes operan en Afganistán, y obtienen unos 400 millones de dólares al año por la venta de drogas. Además, aumentan su riqueza gracias al tráfico de personas y la extorsión. También reciben donaciones de organizaciones islámicas de todo el mundo.
Al Qaeda está conectada con docenas de otros grupos y controla del flujo de efectivo. Cuando el Gobierno estadounidense declaró la guerra a la organización, su presupuesto se estimó en 30 millones de dólares. Sin embargo, en la actualidad esta cifra ha aumentado hasta los 100 millones de dólares por año gracias al tráfico de armas, donaciones, secuestros y extorsiones.
Esta organización terrorista es propietaria de una serie de escuelas y hospitales en Pakistán. pero la mayor parte de la financiación llega en forma de donaciones de personas y organizaciones islamistas. Se estima que su fortuna supera los 100 millones de dólares.
Boko Haram, grupo terrorista de Nigeria, además de obtener recursos directamente del Estado Islámico, también recibe fondos del tráfico de armas y de organizaciones de caridad en Reino Unido que captan fondos para este grupo. Por ello, su capital se estima en más de 70 millones de dólares.
A pesar de no ser la organización terrorista que dispone de más efectivo, sí es la que más asesinatos cometió el pasado año.