POBREZA Y EXCLUSIÓN EN EL MUNDO

La pobreza y la exclusión han formado parte de la realidad por mucho tiempo, tanto que la pobreza se considera, a menudo, como parte natural e inevitable de la condición humana. Sin embargo, en los últimos tiempos, se ha generado un aumento de la brecha entre quienes controlan la riqueza mundial y quienes no acceden a los servicios básicos. De esta manera, ya no es posible argumentar que la pobreza es natural o inevitable. Amplios sectores de la población mundial viven, hoy en día, una vida de privaciones y carencias claramente visibles. Abundan las estadísticas sobre la cantidad de personas que viven con ingresos por debajo de la línea de pobreza. Sin embargo, la falta de ingresos es tan sólo una dimensión de la pobreza.

 

La pobreza en el mundo

La erradicación de la pobreza constituye el mayor desafío que enfrenta el mundo en la actualidad y un requisito indispensable del desarrollo sostenible, en particular para los países en desarrollo. Si bien cada país es el principal responsable de su propio desarrollo sostenible y de la erradicación de su propia pobreza, y nunca podrá insistirse demasiado en la importancia de las políticas y estrategias de desarrollo nacionales. Hacen falta medidas concertadas y concretas en todos los niveles que permitan a los países en desarrollo alcanzar sus metas en materia de desarrollo sostenible, en consonancia con las metas y los objetivos convenidos internacionalmente en relación con la pobreza, incluidos los que figuran en el Programa 21, los documentos finales de otras conferencias de las Naciones Unidas y la Declaración del Milenio.

La cumbre de la ONU sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) estableció un plan de acción para alcanzar ocho objetivos relativos a la pobreza antes de 2015 así como nuevas metas en lo referente a la salud de las mujeres y los niños, el hambre y las enfermedades. En el documento final los líderes mundiales reafirmaron su compromiso con estos objetivos. Ver más en: http://www.un.org/es/mdg/summit2010/   

 

La pobreza es un problema complejo y multidimensional con orígenes tanto en el ámbito nacional como en el internacional.  No es posible encontrar una solución uniforme aplicable a nivel mundial.  Más bien, a fin de hallar una solución para este problema, es fundamental contar con programas de lucha contra la pobreza adecuados a cada país, con actividades internacionales que apoyen a las nacionales. En todas partes siguen siendo de suma importancia la eliminación de la pobreza y el hambre, el logro de una mayor igualdad en la distribución de los ingresos y el desarrollo de los recursos humanos. La lucha contra la pobreza es una responsabilidad común a todos los países.
 

 

Los más pobres del mundo son quienes tienen menos acceso al agua potable. Cálculos estimados de UNICEF y la OMS publicados en 2013 indican que en el mundo hay 768 millones de personas que carecen de acceso al agua potable, y debido a ello cada año se enferman y mueren cientos de miles de niños. En su mayoría, las personas que carecen de acceso al agua potable son pobres y viven en zonas rurales apartadas o en barrios urbanos marginales.

El Informe de Desarrollo Humano 2014, lleva por título: Sostener el Progreso Humano: Reducir vulnerabilidades y construir resiliencia.

Según las mediciones de pobreza basadas en ingresos, 1.200 millones de personas viven con 1,25 dólares al día o menos. Sin embargo, las últimas estimaciones del Índice de Pobreza Multidimensional del PNUD revelan que casi 1.500 millones de personas, de 91 países en desarrollo, viven en situación de pobreza multidimensional, con carencias concurrentes en salud, educación y nivel de vida. Y aunque en términos generales la pobreza está disminuyendo, casi 800 millones de personas se enfrentan al riesgo de volver a caer en ella por causa de alguna crisis o adversidad.


Pobreza en los países desarrollados

 

La mendicidad es una situación marginal extrema. Los mendigos, o también conocidos como "sin techo", pueden ser vistos pidiendo en las calles de las grandes ciudades de países desarrollados, y ocupan el espacio urbano de manera precaria. En el mundo desarrollado vive aproximadamente el 20% de la población mundial. Tal como ocurre en países pobres, unos pocos concentran la mayor parte de la riqueza. El crecimiento de la riqueza global en los países desarrollados va acompañado, paradójicamente, de un aumento de los contrastes socioeconómicos, y de la polarización social. En Estados Unidos, por ejemplo, las 400 mayores fortunas del país concentran un volumen de recursos que equivale al ahorro de todo el resto de los ciudadanos, mientras que 20.000.000 de personas sufren hambre, según un reciente estudio de la Universidad de Harvard. El conjunto de la población pobre de los países ricos, ligados a los problemas de marginalidad en las áreas urbanas, actualmente recibe el nombre de "Cuarto Mundo".

 

 

Causas de la pobreza en los países desarrollados

Una de las razones que explican el crecimiento de la pobreza en los países desarrollados es la importancia creciente de los movimientos de inmigración, en una buena parte de los casos, ilegal. Efectivamente, muchos de estos nuevos pobladores, mayoritariamente en destinos urbanos, se ven rechazados por una sociedad culturalmente diferente, que les cierra las puertas al trabajo legal, obligándolos a realizar actividades ilegales o de economía informal: venta ambulante, mendicidad, prostitución, tráfico de drogas, etc.

 

El rechazo social y la falta de expectativas marcan a esta población no sólo por ser población extranjera inmigrante, sino también por conformar grupos diferentes desde el punto de vista étnico, como los gitanos en Europa o los negros en América. A esa marginación étnica se une la marginación social, producto de sus condiciones de vida ligados a la pobreza. Hay que añadir, además, la marginación de género, pues se calcula que aproximadamente dos tercios de los pobres del mundo son mujeres. A finales del siglo XX en la Unión Europea había más de cincuenta y dos millones de pobres. El problema alcanza especial intensidad en los países del sur (Italia, Portugal, España y Grecia) e Irlanda. Los sectores de la población más afectados son los jóvenes, las mujeres y los ancianos.

 

Pobreza y marginación

La marginación suele ir acompañada de tensiones, agresividad y malos tratos en entorno familiar, y las principales victimas de esta situación son las mujeres, los niños y los ancianos. A veces, esta situación lleva al alcohol, las drogas o el abandono familiar. Los Ingresos necesarios para subsistir se obtienen a menudo de la práctica de mendicidad, de actos delictivos o del ejercicio de la prostitución. Los niños que crecen en este ambiente suelen sufrir carencias afectivas y desarraigo familiar; su rendimiento escolar suele ser muy bajo, faltan a clase con regularidad y la mayoría termina por fracasar en los estudios y abandonar la escuela. A edades muy cortas, tienden a dedicarse a la venta ambulante, la recolección de basura, la prostitución o la mendicidad, mientras otros caen en la delincuencia o las drogas.